En la primera lamina analizamos que tipo de cosas revelan nuestra identidad y de que manera. Es importante mencionar la escala de percepción y de que manera podemos dar una imagen concreta respecto a los demás.
Pensamos que la ropa, la segunda piel del individuo, es algo estático, inamovible y que está ahí porque un día fuimos a la tienda y la compramos sin pensar mas que en su aspecto (y influyó en esa decisión el dinero del que disponíamos, la moda actual, nuestros prejuicios...). Además de la identidad de una persona, objetos personales, vestimenta tipo que lleva siempre una persona y cosas tan evidentes como la forma de andar, la voz, las gesticulaciones son factores que determinan una identidad.
Es importante mencionar que la cara (los ojos, las ojeras, la barba...) al igual que las manos, el pelo, la piel son cosas que modifican nuestra apariencia y un día son de una manera y otro día de otra.
Además, pensamos también de que manera las personas al estar ocultas hacemos cosas que en persona no haríamos, esto nos lleva a pensar en la identidad como una capa real, y todas esas personalidades ficticias o ese comportamiento virtual que creamos como una nueva silueta mostrada hacia el exterior. De ahí a pensar en nuestra capa como algo que no fuese
permanente sino, algo como soporte de nuevas situaciones, conversaciones, sentimientos...
Entonces una primera aproximación era pensar de qué manera podemos mantener la privacidad o por lo menos olvidarla y camuflarla.
Todo este tipo de situaciones nos llevaba a hacernos una serie de preguntas y cada vez más veíamos reforzada la idea de algún tipo de artilugio reflectante que evadiese las miradas y a su vez el individuo lo utilice como arma para mirar. Un material que refleje la imagen fue tomando protagonismo, esto lo podéis ver en las siguientes láminas, también observareis como las situaciones analizadas nos han ido guiando a unas ideas que conforman el concepto de tejido moldeable del que hablamos.
La identidad, Mirar y verse reflejado, los espejos (nuevos puntos de vista en la conversación)...todo ello desde un punto de vista experimental y desde nuestra óptica.
Pensamos que la ropa, la segunda piel del individuo, es algo estático, inamovible y que está ahí porque un día fuimos a la tienda y la compramos sin pensar mas que en su aspecto (y influyó en esa decisión el dinero del que disponíamos, la moda actual, nuestros prejuicios...). Además de la identidad de una persona, objetos personales, vestimenta tipo que lleva siempre una persona y cosas tan evidentes como la forma de andar, la voz, las gesticulaciones son factores que determinan una identidad.
Es importante mencionar que la cara (los ojos, las ojeras, la barba...) al igual que las manos, el pelo, la piel son cosas que modifican nuestra apariencia y un día son de una manera y otro día de otra.
Además, pensamos también de que manera las personas al estar ocultas hacemos cosas que en persona no haríamos, esto nos lleva a pensar en la identidad como una capa real, y todas esas personalidades ficticias o ese comportamiento virtual que creamos como una nueva silueta mostrada hacia el exterior. De ahí a pensar en nuestra capa como algo que no fuese
permanente sino, algo como soporte de nuevas situaciones, conversaciones, sentimientos...
Entonces una primera aproximación era pensar de qué manera podemos mantener la privacidad o por lo menos olvidarla y camuflarla.
Todo este tipo de situaciones nos llevaba a hacernos una serie de preguntas y cada vez más veíamos reforzada la idea de algún tipo de artilugio reflectante que evadiese las miradas y a su vez el individuo lo utilice como arma para mirar. Un material que refleje la imagen fue tomando protagonismo, esto lo podéis ver en las siguientes láminas, también observareis como las situaciones analizadas nos han ido guiando a unas ideas que conforman el concepto de tejido moldeable del que hablamos.
La identidad, Mirar y verse reflejado, los espejos (nuevos puntos de vista en la conversación)...todo ello desde un punto de vista experimental y desde nuestra óptica.
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